El 8 de Julio del año 2009 Rita Barberá, en plena bronca política a costa de los regalos gurtelianos de todo tipo y condición que por decenas recibían los peperos originales y genuinos incluida ella misma según declaró El Bigotes , con esa finura y elegancia que la caracteriza, pidió cambiar el artículo 426 del Código Penal para "poner las cosas claras".
El citado articulo que Camps tiene memorizado señala que "la autoridad o funcionario público que admitiere dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su función o para la consecución de un acto no prohibido legalmente, incurrirá en la pena de multa de tres a seis meses".
El citado articulo que Camps tiene memorizado señala que "la autoridad o funcionario público que admitiere dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su función o para la consecución de un acto no prohibido legalmente, incurrirá en la pena de multa de tres a seis meses".
El sábado pasado el diario Levante informaba a sus lectores que Rita como quien no quiere la cosa ha recibido de la Feria Valencia lujosos regalos a la Presidenta de su Patronato que, mira por donde, es la mismísima Rita Barberá.
Para situarnos, solo entre mayo de 2007 y diciembre de 2009, la institución que ella misma presidía y controlaba, se gastó 5.740 euros en distintos obsequios de primeras firmas a la cada día más gritona de Barberá.
La noticia hasta aquí ya es por si misma escandalosa. Pero nada comparable con lo que se ha podido constatar : Alberto Catalá, cuyo hermano Rafael era entonces su jefe de gabinete en el ayuntamiento, se convirtiera en presidente ferial en diciembre de 1999.
Desde entonces ha sido reelegido en tres ocasiones y se quiere presentar a una cuarta. Y no hay que ser muy espabilado para deducir que en sus sucesivas reelecciones algo tiene que ver Rita Vuitton.
Por un puñado de euros más, el piadoso e imputado de Francisco Camps se sienta en el banquillo de los acusados a costa de recibir varias prendas de vestir. Dos de sus pelotillas ya han sido condenados.
Desde entonces ha sido reelegido en tres ocasiones y se quiere presentar a una cuarta. Y no hay que ser muy espabilado para deducir que en sus sucesivas reelecciones algo tiene que ver Rita Vuitton.
Por un puñado de euros más, el piadoso e imputado de Francisco Camps se sienta en el banquillo de los acusados a costa de recibir varias prendas de vestir. Dos de sus pelotillas ya han sido condenados.
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